Grupomar desarrolla de forma efectiva sus actividades diarias mirando con un ojo astuto y a largo plazo

Por Logan Sandoval

 

La velocidad del mundo moderno obliga a industrias, empresas, marcas y personas involucradas con los más diversos sectores a adaptarse a cambios constantes. En ocasiones, como ocurrió con la pandemia de la Covid-19, los cambios se deben realizar sin tiempo de vacilación, y mientras muchos actores decidieron adaptarse para sobrevivir, otros trabajan pensando en el presente para asegurar el futuro.

Aquellas empresas que han hecho de la sostenibilidad la piedra angular de sus operaciones, no solo son punta de lanza global, sino que son ejemplo necesario para contrarrestar el impacto desmesurado que la actividad del ser humano tiene sobre el planeta.

Si bien es fácil decir que todos estamos comprometidos o nos importa la sostenibilidad, llevar a cabo la aplicación de acciones encaminadas a asegurar esta labor no es nada sencilla. Adherirse al compromiso de la defensa y promoción de los derechos humanos, fomentar la inclusión, equidad y diversidad, así como utilizar tecnologías eficientes que favorezcan el respeto al medio ambiente y evitar prácticas nocivas para el desarrollo democrático de los pueblos, como es la corrupción, requiere de reestructuraciones profundas y duraderas que cambien el mindset de directivos, colaboradores y socios de negocios de cualquier institución.

En México, diversas organizaciones están mirando hacia este modelo, algunas comenzando su implementación, otras, las más avanzadas y líderes en su sector, consolidando el trabajo iniciado hace ya varios años.

Una de estas es Grupomar, holding que reúne a empresas 100% mexicanas de los sectores pesquero, portuario y alimentario. Una de ellas es la marca de alto consumo, Atún Tuny. Sí, la de Lo Tuyo es Tuny. Esa que implementó en el país las latas abre fácil, ensaladas listas para comer o pouches que disfrutamos en cualquier lugar y hacen más sencillo alimentarse de forma saludable en poco tiempo.

Esas aplicaciones son tangibles al consumidor; sin embargo, las acciones de fondo de Grupomar, lo llevaron a conseguir diversas certificaciones por la pesca sostenible que realizan, como la del Marine Stewarship Council; beneficiando a su entorno con más de 3 mil empleos directos y con donaciones de producto, apoyando el desarrollo de sus colaboradores con capacitaciones constantes o contar con una fuerza laboral en la que más del 50% de sus colaboradoras son mujeres.

De esto no se habla mucho, pero cuando se menciona resuena fuerte. Y cuando se ejecuta, crea bases sólidas para afrontar cualquier reto. Con la sostenibilidad como paraguas las empresas se vuelven una con el entorno y el entorno no se entiende sin la empresa. Pensar sostenible, es pensar en el futuro, pensar en el futuro es asegurar la vida digna de millones de personas.